martes, 11 de septiembre de 2012

Mamasito


En medio de la oscuridad y la montaña, escuché venir el viento,
así que cerré mis ojos para alistar mis sentidos y dejarme envolver en él.

Llegó suavemente rozando mi rostro…

Aquella acaricia fue cálida, tranquila, emocionante,
pues me hizo volar al momento donde nuestros ojos se cerraron
para sentirnos, olernos, acariciarnos y repartir esas ansias en las emociones que sentíamos.

Pensé que era un sueño así que abrí mis ojos para conectarme con la realidad…

Pero allí estaban tus cómplices mostrándome tu sonrisa y formando tu rostro entre ellas.

Que buenos aliados tienes, viento cariñoso y estrellas brillantes
con los que pase la noche terminando mi día solitario
tu recuerdo en mi mente y en mi cuerpo.

Pax.
08-12




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